Carlos Humberto Pinto narra cómo su regreso a San Vicente de Chucurí despertó su interés en las artesanías, particularmente al notar la ausencia de recuerdos de representantes del municipio. Su iniciativa de trabajar con mazorcas de cacao refleja una solución creativa que conecta el patrimonio agrícola con la expresión artística. “Vimos la falta del producto como tal que representa al municipio, y empezamos a fabricar artesanías con la mazorca natural del cacao”.

La creación de artesanías a partir de mazorcas de cacao simboliza una práctica cultural innovadora que preserva la identidad local mientras fomenta el turismo. Carlos combina habilidades manuales heredadas con su capacidad de observación, posicionando su emprendimiento como un punto de encuentro entre tradición y creatividad.

Carlos enfatiza que el cacao es la representación más icónica de San Vicente, destacando su capacidad para reunir personas, tanto locales como visitantes. Los eventos como “Cacao al Parque” no solo celebran el producto, sino que también promueven la interacción comunitaria y el turismo. “El cacao es nuestra insignia, lo que nos representa acá en el municipio”.

El cacao es un símbolo colectivo que reafirma su papel central en la cultura local y su potencial como catalizador económico y social. Las actividades en torno al cacao generan experiencias compartidas que refuerzan el sentido de pertenencia entre los habitantes.

El aprendizaje del manejo del cacao en la familia de Carlos refleja la importancia de las tradiciones transmitidas de generación en generación. Su madre, como vínculo entre el pasado y el presente, asegura que el conocimiento artesanal se mantiene vivo. “Mi mamá me empezó a enseñar lo que a ella le enseñaron a sus papás”.

En ese sentido, la transmisión de conocimientos familiares, desde la preparación del chocolate hasta la elaboración de artesanías, garantiza que las tradiciones locales no se pierdan. Este proceso fortalece la memoria cultural y fomenta un sentido de continuidad en la comunidad.

 “Les explico cómo hacemos las artesanías y cómo sacan el chocolate acá en San Vicente”.

La labor de Carlos trasciende la simple venta de productos, actuando como un embajador cultural que difunde el conocimiento local y fortalece la imagen de San Vicente como destino turístico y patrimonial.

Por su parte, la figura de “La Patroncita” es vista por Carlos como una representación fiel y respetuosa de la vida rural, reflejando los valores y la idiosincrasia de los campesinos de la región. “Es una representación muy bonita del campo, respetando al personal del campo”.

Este personaje actúa como un puente entre lo tradicional y lo contemporáneo, generando grabación y orgullo en la comunidad. Para Carlos, simboliza la esencia del campesinado sin caer en estereotipos extremos, resaltando el respeto hacia las raíces culturales.

Conclusión

La entrevista con Carlos Humberto Pinto resalta la manera en que el cacao y las tradiciones artesanales son ejes centrales de la identidad chucureña. A través de iniciativas como “La Cueva del Recuerdo Chucureño”, Carlos contribuye a preservar y promover el patrimonio local, destacando la importancia del cacao como símbolo cultural y motor económico. Su enfoque intergeneracional y educativo fortalece la conexión entre la comunidad y sus raíces, consolidando a San Vicente como un referente de cultura y tradición.

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